La Televisión Generativa

MundoHoy
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El advenimiento de la televisión generativa no es solo un cambio tecnológico, sino una transformación radical de la naturaleza misma de la narrativa, la autoría y la experiencia cultural. Podemos analizar sus implicaciones desde varios ángulos.

¿Quién es el creador? Cuando un algoritmo genera un guión, personaliza una trama o incluso compone música, el concepto tradicional del "autor" como genio individual se disuelve. Surge una autoría distribuida entre el programador del algoritmo, el curador de los datos de entrenamiento, el usuario que define los parámetros y la propia IA. El sistema legal actual no está preparado para obras "creadas" por una entidad no humana. ¿A quién pertenecen los derechos de una serie cuyo argumento fue ideado por una IA? ¿A la plataforma que la posee? ¿Al ingeniero que la diseñó? Esto podría llevar a una desvalorización del trabajo creativo humano o, paradójicamente, a que el valor se desplace hacia la "curaduría humana" y la supervisión creativa.

La televisión tradicional, con sus horarios estelares y programas icónicos, creaba una experiencia compartida. Eventos como el concierto de Juan Gabriel en Netflix o el Black Friday Football de Prime Video son intentos de recuperar esa ritualidad colectiva. Sin embargo, la promesa máxima de la IA es la personalización: una trama que se adapta a los gustos de las audiencias, un final alternativo para cada uno de los telespectadores. Si cada uno consume una versión personalizada de la realidad, se debilita el tejido de referencias culturales comunes. La cultura ya no sería un espejo que nos refleja a todos, sino un espejo quebrado donde cada fragmento muestra una realidad diferente, potentially erosionando el diálogo social y la empatía hacia experiencias ajenas a las nuestras.

El resurgimiento de iconos como Juan Gabriel no es casual. En un momento de cambio vertiginoso e incertidumbre (generado por la IA), la cultura acude a lo familiar, a lo probado, a lo que evoca una emocionalidad "auténtica". La nostalgia se convierte en un bien de consumo seguro en un mar de contenido generativo. Filosóficamente, esto plantea una pregunta: ¿Estamos usando la tecnología para avanzar hacia nuevas formas de expresión o para embalsamar y recomercializar el pasado? La proyección del concierto de Juan Gabriel es un híbrido: usa la tecnología de streaming (moderna) para evocar una experiencia comunitaria (tradicional) alrededor de un artista del pasado.

La iniciativa de YouTube sobre "contenido responsable" y herramientas de identificación es crucial. En un ecosistema donde cualquier contenido puede ser generado, la distinción entre lo "real" (grabado) y lo "sintético" (generado por IA) se desdibuja. Surge un nuevo imperativo ético: la alfabetización algorítmica. El espectador debe desarrollar un escepticismo saludable, similar al "suspenso de la incredulidad" pero aplicado a la procedencia de lo que ve. ¿Estoy viendo a un actor real o a una deepfake? ¿Este documental usa imágenes de archivo o recreaciones hiperrealistas generadas por IA? La transparencia no es solo una cuestión técnica, sino de respeto al derecho del espectador a contextualizar lo que consume.

El evento "Black Friday Football" de Prime Video es el síntoma más claro: el entretenimiento ya no es solo un fin, sino un medio para un acto de consumo inmediato. La televisión generativa lleva esto al extremo: imagina una serie donde, gracias a la IA, los productos que usa el personaje se pueden comprar al instante, y la trama se modifica sutilmente para mostrar artículos que el algoritmo sabe que te interesan. Esto convierte la experiencia narrativa en un "espacio de flujos" (como diría Manuel Castells), donde las historias, los datos y el capital circulan sin interrupción. La pregunta filosófica es si esto representa una corrupción del arte por el comercio o simplemente la evolución natural del entretenimiento en una sociedad capitalista digital.

La industria del entretenimiento vive una transformación acelerada: la llamada televisión generativa —contenidos creados o potenciados por inteligencia artificial— comienza a tomar forma, aunque aún se encuentre en fase experimental. Plataformas y productoras ya exploran cómo automatizar guiones, doblajes y hasta la personalización de tramas según el espectador, abriendo nuevas preguntas sobre la creatividad y los derechos de autor en la era digital.

En este contexto, YouTube presentó en Impacta MX 2025 sus más recientes iniciativas para fortalecer la creación de contenido responsable con IA y ampliar las oportunidades de monetización para los creadores mexicanos. La empresa destacó su compromiso con la educación mediática y el desarrollo de herramientas que permitan identificar materiales generados con inteligencia artificial sin afectar la experiencia del usuario. Por su parte, Prime Video anunció la transmisión global del “Black Friday Football”, un evento deportivo que promete reunir a millones de espectadores en un formato híbrido entre comercio, espectáculo y deporte, marcando un precedente en la integración entre plataformas de streaming y estrategias de venta en tiempo real.

En el ámbito musical y cultural, Netflix y el Gobierno de la Ciudad de México proyectarán en espacios públicos un concierto especial de Juan Gabriel, a modo de homenaje y experiencia colectiva. La iniciativa busca acercar la cultura popular al público masivo y aprovechar el poder del streaming para revitalizar la memoria artística nacional. Finalmente, ViX, la plataforma de TelevisaUnivision, confirmó la llegada de Cómplices, una nueva producción original que refuerza su catálogo de ficción en español y apunta a consolidar su liderazgo en el mercado latinoamericano del entretenimiento digital.

El ecosistema audiovisual vive un momento de transición: entre algoritmos, nostalgia y nuevos modelos de consumo, la televisión —ahora generativa, global e interactiva— parece haber comenzado, aunque todavía esté aprendiendo a funcionar.

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