

En una reciente conferencia, el intelectual argentino Sergio Quiroga presentó un análisis profundo sobre los desafíos y oportunidades del desarrollo en América del Sur. fue en el VI Congreso Internacional de Ingeniería y Ciencias celebrado en Estambul (Turquía) durante el 8 y 9 de marzo del 2025.S Su exposición se centró en los avances y las propuestas que emergen en la región para transformar su modelo económico y social hacia un futuro más sostenible, inteligente y solidario. Uno de los conceptos que Quiroga destacó fue el de Modo 3, un enfoque emergente que busca reformular la producción de conocimiento en la región y posicionar a las universidades y centros de investigación como actores clave en este proceso.
Quiroga anticipo que para comprender el Mode 3, primero es necesario recordar los conceptos de Modo 1 y Modo 2, introducidos por Michael Gibbons y sus colaboradores en 1994. Según Quiroga, estos modelos representan dos formas distintas en que el conocimiento es generado y aplicado. Modo1 describe el modelo tradicional, disciplinario y académico de producción de conocimiento, mientras que Modo 2 se enfoca en una investigación más transdisciplinaria y orientada a la solución de problemas prácticos, influenciada por las demandas de la sociedad y el mercado. Este último modelo, aunque representaba un cambio hacia una mayor aplicabilidad del conocimiento, no resolvía las complejidades de las realidades sociales y económicas de América del Sur. Es aquí donde entra el concepto de Modo 3, una propuesta más radical y transformadora.
Modo 3: Una alternativa para el desarrollo sostenible
El Modo 3 - resalto Quiroga -, no solo se limita a la generación de conocimiento, sino que promueve su integración activa con las necesidades sociales y económicas de la región. Quiroga destacó que, a pesar de la riqueza natural de América del Sur, la dependencia de estos recursos ha creado un modelo económico vulnerable. La caída de los precios de las materias primas y la falta de diversificación económica revelan las limitaciones de este enfoque tradicional.
Agrego que se trata de proponer un modelo basado en el conocimiento, que va más allá de los recursos naturales, promoviendo la colaboración entre universidades, empresas, gobiernos y comunidades. En este modelo, las comunidades no solo son beneficiarias, sino también participantes activas en los procesos de investigación y desarrollo. Así, se busca generar resultados que no solo respondan a intereses académicos, sino que también resuelvan problemas concretos de la vida diaria de las personas.
El modo 3 - destaco Quiroga -, busca superar esta desarticulación creando redes de colaboración entre diversas disciplinas y actores sociales, facilitando una constante interacción entre la teoría y la práctica. Este enfoque permite que el conocimiento no solo se genere en los laboratorios o las aulas, sino que se transforme en soluciones concretas para problemas complejos de la región.
Quiroga también abordó el papel crucial de las universidades en el modelo Modo 3. Según él, las universidades deben abandonar su rol tradicional como generadoras de conocimiento puramente teórico para convertirse en agentes activos dentro del proceso de desarrollo económico y social. Esto implica una mayor interacción entre las universidades y el mundo empresarial, así como una estrecha colaboración con las políticas públicas para generar soluciones innovadoras que respondan a los desafíos contemporáneos.