Emilio Tenti Fanfani, una figura clave en la educación latinoamericana
Actualidad06 de agosto de 2024Emilio Tenti Fanfani es una figura destacada en el ámbito educativo de Argentina y Latinoamérica. Se graduó en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional de Cuyo y obtuvo el Diplôme Supérieur d’Etudes et Recherches Politiques. Actualmente, es profesor titular de Sociología de la Educación en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Ha compartido su conocimiento en países como Colombia, México y Francia, y ha publicado libros importantes como "La escuela y la cuestión social", "El oficio de docente" y "La escuela bajo sospecha".
Recientemente, Tenti Fanfani fue entrevistado en el ciclo "Es por acá", coorganizado por la Fundación Varkey, Ticmas y UNESCO, en Villa Ocampo. Durante la entrevista, ofreció respuestas profundas sobre la educación, manteniendo la integridad de sus ideas sin resumirlas ni alterarlas.
"La escuela bajo sospecha" es un texto del autor. Tenti Fanfani aborda la idea de la escuela bajo sospecha, analizando la transición de la educación de una obligación a un derecho. En la primera etapa del desarrollo de los sistemas escolares, la educación obligatoria se estableció por el interés de las clases dominantes para construir el Estado y la Nación. La obligatoriedad de la escuela se comparaba con la de las vacunas, a pesar de las contradicciones con la ideología liberal.
La educación tenía objetivos claros: geografía para la identidad territorial, castellano para una lengua común, historia para referencias identitarias, y matemáticas básicas para debilitar creencias y mitos religiosos. Con el tiempo, el conocimiento se convirtió en capital, y surgió la lucha por el derecho a la educación. Sin embargo, este derecho es confuso: ¿es el derecho a escolarizarse o a adquirir conocimientos específicos?
El conocimiento complejo, objetivo de las instituciones escolares, se convirtió en un capital disputado debido a su valor en el mercado laboral. La idea de distribuir el conocimiento es errónea, según Tenti Fanfani. Mientras que objetos físicos pueden distribuirse, conocimientos y competencias no pueden. Estos deben coproducirse, lo que añade complejidad a la educación.
Con el tiempo, el conocimiento se convirtió en un capital disputado debido a su valor en el mercado laboral. Tenti Fanfani argumenta que la idea de distribuir el conocimiento es errónea. Mientras que objetos físicos pueden distribuirse, conocimientos y competencias no pueden. Estos deben coproducirse, lo que añade complejidad a la educación. Las condiciones sociales y pedagógicas son necesarias para el aprendizaje, y la falta de interés en ciertas materias, como la matemática, impide el aprendizaje. Este interés debe generarse desde la experiencia familiar, antes de que el niño llegue a la escuela. Tenti Fanfani señala que la escuela está sobrecargada de contenidos y expectativas. La sociedad espera que la escuela contribuya a múltiples aspectos, desde el crecimiento económico hasta la justicia social y la reducción de accidentes de tránsito. Esta sobrecarga dificulta que los docentes y las familias prioricen los contenidos educativos, lo que lleva a la crisis y a la percepción de la escuela bajo sospecha.
La vocación docente se compara con un sacerdocio laico, donde el maestro actúa como un sacerdote secular que difunde el conocimiento científico. Esta vocación tiene tres componentes: el origen, que es un llamado más que una elección; la gratuidad, donde el docente enseña sin esperar una recompensa; y el compromiso con el otro. Sin embargo, Tenti Fanfani argumenta que no se puede esperar que todos los docentes tengan esta vocación. La formación docente debe incluir un conocimiento científico-técnico robusto y una comprensión profunda de las ciencias humanas y sociales.
El proceso de convertirse en un buen docente toma varios años y depende de las características personales y de la experiencia práctica. Tenti Fanfani enfatiza que el aprendizaje es un proceso continuo y que la formación inicial debe ser sólida. Las políticas educativas deben centrarse en mejorar la formación docente en lugar de enfocarse únicamente en la evaluación.
En Argentina, con una infraestructura educativa compleja y 1,500 instituciones de formación docente, garantizar una calidad mínima uniforme es un desafío. Tenti Fanfani cuestiona si estas instituciones pueden generar un ambiente de aprendizaje adecuado y destaca la importancia de definir claramente los conocimientos básicos que deben tener los futuros docentes.
Emilio Tenti Fanfani, con su vasta experiencia y reflexiones, continúa siendo una voz influyente en el debate educativo en Latinoamérica.
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