Parábolas deportivas

Idioma, deporte y cultura

Actualidad30 de noviembre de 2022 Jesus Castañon Rodriguez
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Dr. Jesus Castañon Rodriguezacademia.edu

El Dicasterio para la Cultura y la Educación acogió en El Vaticano una nueva edición de la Conferencia mundial Fe y Deporte. Si la primera se celebró en 2016 con el lema El deporte al servicio de la humanidad para impulsar una perspectiva cristiana del deporte; la segunda, bajo el lema Deporte para todos: cohesionado, accesible y adaptado a cada persona, ha destacado en 2022 su dimensión como instrumento de encuentro, formación, misión y santificación.

Es un paso más en la larga tarea de registrar puntos de confluencia entre el deporte y el cristianismo, en la que destacaron Pío X, Pío XII y Juan Pablo II quien puso en marcha en 2004 la sección Iglesia y deporte. Francisco, “Il papa tifoso” según el libro italiano I Papi et lo sport, hincha de San Lorenzo de Almagro y Amigo del Fútbol por la FIFA, ha promovido en su pontificado, ente otras acciones: la relectura simbólica de textos religiosos para descubrir puntos en común con el deporte, una orientación pastoral para incardinar la actividad deportiva en la vida cristiana con una perspectiva propia y la apuesta por un cambio social mediante un pacto educativo capaz de construir la paz a través de la cultura del encuentro, la educación y el deporte gracias al trabajo de valores y la colaboración con grandes deportistas, entidades, clubes y organismos como el Movimiento Olímpico.

En este proceso de resignificaciones del deporte para su aplicación a la vida espiritual, el idioma ha saltado a la cancha de las estrategias comunicativas en el encuentro entre la fidelidad a la tradición y la novedad de los signos de los tiempos. El uso de palabras simples con significado profundo y de una forma de expresión sencilla, breve, joven, moderna, veloz y universal han desplegado su juego en la función social del deporte a la hora de exaltar sentimientos de pertenencia a la comunidad, de favorecer el buen trato con el vecino de al lado, de conformar un bien educativo y social y de constituir una vía de redención personal y social.

Si ya San Pablo había recurrido a las metáforas deportivas por su expresividad, su capacidad de llegada directa al corazón y su eficiencia como forma de conocimiento, en este siglo XXI la expresión deportiva aporta imágenes, declaraciones y gestos para la promoción y manifestación de sentimientos en un ambiente de amistad, concordia y paz. Refleja accesibilidad y acogida, fraternidad, amistad, lealtad, diálogo, hospitalidad y confianza. Y además, crea formatos novedosos como las recogidos en el volumen Mettersi in gioco y Lo sport secondo Papa Francesco, una entrevista en el diario deportivo de Milán La Gazzetta dello Sport que tomó forma de encíclica laica con valor cultural, social y ecuménico.

El moderno diálogo entre fe y cultura en relación con el deporte intercambia metáforas en doble dirección y ha ensanchado el campo del idioma con nuevos sentidos y nuevas expresiones. En él, la visión del deporte como aventura de la fe conforma una singular y creativa parábola donde los elementos compartidos sirven para saltar del plano de los recintos de entrenamiento y competición hacia el mundo espiritual con sus enseñanzas morales. 

 

 

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