
En el corazón de Argentina, un experimento redefinió la educación pública de San Luis generando un profundo debate aun no saldado sobre equidad, precarización docente y el propio rol del Estado.
La docencia florece en el encuentro. La reflexión crítica y el diálogo colaborativo no son ornamentos, son fundamentos. No basta con conversar: hay que pensar juntos, debatir con respeto, desafiar las certezas. El intercambio entre colegas es el lugar donde la experiencia se vuelve saber compartido, y el saber se transforma en herramienta de cambio. Porque la transformación nunca es individual, siempre es colectiva. En ese recorrido, el docente se revela como un sujeto activo, no como alguien que aplica sin pensar, sino como quien se compromete, quien innova, quien construye sentido. Es protagonista de su desarrollo profesional y parte esencial de una educación que no se conforma con repetir el mundo tal como es, porque transformar la práctica no es un acto técnico: es un gesto profundamente político. Y en cada aula, con cada estudiante, con cada gesto que cuida, que escucha, que propone, el docente incide. En la calidad educativa, sí, pero sobre todo en la posibilidad de construir una escuela más justa, más abierta, más humana.
Las Ferias de ciencias han sido durante décadas un pilar en la divulgación y promoción de la cultura científica en el ámbito escolar. Sin embargo, en un contexto educativo transformado por la innovación pedagógica, que privilegia los procesos sobre los productos, la colaboración sobre la competencia y las competencias del siglo XXI sobre la mera reproducción de conocimientos (Area Moreira, 2018), su formato tradicional muestra serias limitaciones. Estas reflexiones intentan sostener que la estructura convencional de estos eventos —caracterizada por una evaluación express en un único día— resulta anacrónica y contraproducente, ya que no logra capturar la esencia del aprendizaje profundo ni valorar el rol fundamental del docente como guía del proceso.
La Feria como Evaluación Superficial vs. La Innovación como Proceso Profundo
La innovación educativa se conceptualiza como un proceso intencionado y sistemático que busca transformar prácticas pedagógicas, culturas institucionales y relaciones interpersonales (Carbonell, 2015). Este proceso es inherentemente complejo, iterativo y contextual. No obstante, el formato de feria tradicional lo reduce a una mera exhibición de productos terminados.
Un aspecto crítico es la insuficiencia temporal. Pocas horas resultan absolutamente insuficientes para que los jurados accedan a la documentación profunda del proyecto: informes pedagógicos, registros de las iteraciones, evidencias de los fracasos como parte del aprendizaje, reflexiones estudiantiles o videos que documenten el desarrollo (Hargreaves & O'Connor, 2018). Esta limitación obliga a una evaluación basada en la apariencia final del stand y la performance oral del estudiante, privilegiando el resultado sobre el proceso y contradiciendo el principio fundamental de que la innovación valora el camino de aprendizaje por sobre el destino. Además, se trata de una evaluación descontextualizada. Al extraer el proyecto de su entorno natural —el aula, la comunidad que le dio origen—, la feria pierde toda noción del nivel micro en el que opera la innovación (Carbonell, 2015). El jurado evalúa una foto estática y pulcra, desprovista del ecosistema de problemas, colaboraciones y emociones que le dio vida, imposibilitando comprender su verdadero impacto en la cultura institucional y en el aprendizaje de sus participantes.
El Rol del Docente Invisibilizado
En el nuevo paradigma educativo, el docente abandona su rol de transmisor de conocimiento para convertirse en un diseñador de experiencias de aprendizaje y un facilitador (Hargreaves & O'Connor, 2018). Su labor como mentor —planteando preguntas guía, gestionando dinámicas colaborativas y atendiendo a la educación emocional del grupo (Goleman & Senge, 2014)— es el sustento de cualquier proyecto innovador.
Sin embargo, el modelo de feria tradicional invisibiliza por completo esta dimensión. La interacción del jurado se centra casi exclusivamente en el estudiante, quien actúa como portavoz del producto terminado. La metodología didáctica empleada por el docente —ya sea Aula Invertida, Aprendizaje Basado en Retos (ABR) o cualquier otra estrategia innovadora— queda fuera del radar evaluativo. En consecuencia, el docente no recibe retroalimentación valiosa sobre su práctica ni reconocimiento por su rol de líder pedagógico, lo que desincentiva la adopción de enfoques innovadores que son cruciales para el desarrollo de competencias profundas.
Un Formato Anacrónico frente a las Tendencias Educativas Actuales
La feria tradicional es notoriamente disfuncional con las principales tendencias de la innovación educativa:
Aprendizaje Híbrido y Flexible (HyFlex): La rigidez espacio-temporal del evento (un día, un lugar físico) choca frontalmente con la flexibilidad que promueve el modelo HyFlex (Beatty, 2019). No se aprovechan las plataformas digitales para una evaluación asincrónica previa o para la participación de jurados remotos.
Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y Movimiento Maker: Se evalúa la estética del stand, no la capacidad de "aprender haciendo". Los prototipos iterativos, los bocetos fallidos y la evolución de la resolución de problemas —core del ABP y el movimiento maker— quedan ocultos tras la versión final pulida.
Gamificación y Aprendizaje Basado en Juegos (ABJ): El evento carece de elementos de engagement, motivación intrínseca y ludificación, convirtiéndose en un trámite evaluativo estresante en lugar de una celebración del conocimiento.
Realidad Extendida (XR) y Visual Thinking: El formato físico de stand limita severamente la exhibición de proyectos que utilizan Realidad Virtual/Aumentada o complejos mapas de pensamiento visual, tecnologías que son centrales en la vanguardia educativa.
Para alinearse con los principios de la innovación educativa, las ferias de ciencias deben experimentar una transformación radical. La evaluación debe migrar a una plataforma digital donde los equipos carguen, durante meses, su "portfolio de proceso": diarios de bitácora, videos de avance, minutas de reuniones, reflexiones y evidencias de iteraciones. Esto permitiría una evaluación continua y auténtica del aprendizaje. Los evaluadores deberían interactuar con los proyectos durante su desarrollo, actuando como mentores que realizan preguntas provocadoras a través de foros o videollamadas, guiando el proceso de innovación en lugar de limitarse a juzgar el producto final. La instancia física debe reconvertirse en una feria de demostración y celebración abierta a la comunidad, con espacios para talleres maker, charlas relámpago (ignite talks) de estudiantes y experiencias inmersivas. La evaluación real ya estaría realizada de manera previa y processual. Es necesario premiar dimensiones hasta ahora ignoradas: "el proceso más iterativo", "la mejor solución a un problema comunitario" (ABR), "la comunicación más creativa" (Visual Thinking) y el "docente mentor más inspirador".
La feria de ciencias tradicional, en su formato actual, se ha convertido en un ritual que posiblemente que los mismos principios de la innovación educativa que pretende promover. Al evaluar productos en lugar de procesos, resultados en lugar de aprendizajes y performance estudiantil en lugar de labor docente, fracasa en su objetivo de ser un motor de cambio. Su re-evolución hacia un sistema de evaluación auténtica, continua y centrada en el proceso, apoyado en herramientas digitales y un nuevo rol para jurados y docentes, no es una opción, sino una imperiosa necesidad para que estos eventos recobren su relevancia y se conviertan en verdaderos celebrators del aprendizaje profundo del siglo XXI.
Referencias
Area Moreira, M. (2018). La innovación educativa: mitos y realidades. Octaedro.
Beatty, B. J. (2019). Hybrid-Flexible Course Design: Implementing student-directed hybrid classes. EdTech Books. https://edtechbooks.org/hyflex
Carbonell, J. (2015). Pedagogías del siglo XXI: Alternativas para la innovación educativa. Octaedro.
Goleman, D., & Senge, P. (2014). Triple Focus: Un nuevo acercamiento a la educación. Ediciones B.
Hargreaves, A., & O'Connor, M. T. (2018). Collaborative Professionalism: When teaching together means learning for all. Corwin.
En el corazón de Argentina, un experimento redefinió la educación pública de San Luis generando un profundo debate aun no saldado sobre equidad, precarización docente y el propio rol del Estado.
Idioma, deporte y cultura
Instancia Provincial
HMO impulsa a la nueva generación de creadores de moda
El evento, que se realizará el 12 de septiembre en "La Caja de los Trebejos", reunirá a expertos nacionales para debatir sobre IA, redes sociales, algoritmos y el futuro del periodismo
En el corazón de Argentina, un experimento redefinió la educación pública de San Luis generando un profundo debate aun no saldado sobre equidad, precarización docente y el propio rol del Estado.