Marcha universitaria por la educacion publica

La marcha universitaria en todo el país por su volumen generó una serie de interpretaciones divergentes desde diferentes sectores políticos. Mientras que para algunos fue una manifestación masiva en defensa de la educación pública, para otros fue vista como una movilización política con intereses específicos. La presencia de politicos vinculados al kichnerismo opaco el reclamo justo de docentes, estudiantes y la ciudadania general.

El presidente Javier Milei siguió parte de la marcha desde Olivos, dejando la Casa Rosada prácticamente vacía alrededor de las 17 horas. En el entorno del presidente se minimizó el impacto de la marcha, destacando que el aumento del presupuesto universitario del 70% concretado previamente había saldado las demandas principales. Se enfocaron más en cuestiones de seguridad, flexibilizando protocolos para evitar posibles incidentes.

Marcha Federal Universitaria: imágenes de la comunidad universitaria en las calles. Imagen: Leandro Teysseire (Pagina 12)

A pesar de las imágenes multitudinarias y la presencia de representantes políticos como Sergio Massa, y exponentes de los derechos humanos, desde la Casa Rosada restaron importancia al evento, argumentando que la participación de diversos sectores políticos no representaba la opinión general del país. La marcha fue"copada" por politicos inexcrupulosos, algunos de ellos impresentables. La política presente no reflejo el sentir de la juventud, principal base electoral del gobierno actual.Se estima que uno de cada cuatro votos que obtuvo Milei en la ultima eleccion, fue de un estudiante.

Por otro lado, desde el sector libertario se destacó que la movilización no afectaba en absoluto al gobierno, ya que consideraban que el tema universitario estaba resuelto con el aumento del presupuesto. Si esto cree el gobierno, posiblemente sea un nuevo error. Se criticó la presencia de figuras políticas que, según ellos, no representaban realmente los intereses de los manifestantes y se enfatizó en que la marcha estaba impulsada por intereses particulares más que por una verdadera preocupación por la educación pública.

La marcha universitaria fue interpretada de manera dispar por diferentes sectores políticos, reflejando tensiones y discrepancias en torno a la situación de la educación pública y el rol del gobierno en este tema.