El Estacionamiento Medido como la privatización del espacio público

Transito caótico y cero inversión

ActualidadHace 3 horas
EM2

En las calles céntricas de San Luis, el colorido de los parquímetros y las señales del SEM (Sistema de Estacionamiento Medido) ya son parte del paisaje urbano. Implementado con el argumento de organizar el tránsito y rotar el estacionamiento en una ciudad con calles angostas inundadas de colectivos, el sistema es visto por una gran parte de los conductores como un impuesto más que grava el uso de un espacio que antes era público y gratuito.

La teoría detrás del SEM es clara: al cobrar por hora, se disuade a los conductores de ocupar un espacio por tiempo prolongado, logrando una rotación más rápida y una mayor disponibilidad para más usuarios. La modernización del pago, a través de aplicaciones móviles como "SEM San Luis" y "SEM Mobile", ofrece una capa de conveniencia y reduce el uso de efectivo. Con un batallón de empleados, SEM intenta recaudar y penar a los infractores.

Un conductor que pasaba por San Luis se bajo del auto en el area central el vienes a las 13, quiso pagar el estacionamento en un kiosco pero le avisaron que de 13 a 14 hs no se cobraba. Cuando volvio despues de las 15, ya le habian formalizado la multa. (Ver imagen). El dispositivo de recaudación, un verdadero negocio, funciona a la perfeccion. Al igual que la autopista, la Ruta 7 que conecta Villa Mercedes con San Luis, las calles de San Luis son un verdadero desastre. Poca inversion en la ruta, verdaderos crateres y ningun cambio de luminarias hacen de ese y otros tramos, verdaderas boca de lobo de dia y de noche. Tambien hay peaje. ¿Como se entiende pagar ese emolumento con semejante ruta?

Sin embargo, la práctica dista de la promesa. Los conductores consultados reportan no percibir una mejora tangible en la fluidez del tránsito.. El transito de San Luis es tan caorico con estacionamiento medido que sin el.  Los conductores, por el contrario, señalan que el sistema ha agregado nuevas complicaciones. "Ahora no solo busco un lugar, sino que debo recordar mi patente, cargar crédito en la app y estar pendiente del tiempo. Es una carga administrativa constante", comenta un conductor mientras intenta renovar el tiempo de estacionamiento desde su teléfono. El costo, de $500 por cada hora estacionamiento en zonas que antes eran libres genero indignacion al comienzo de su implemantacion y es una unidad de tiempo que  se acumula rápidamente para quienes trabajan o realizan trámites en el centro.

Una recaudación que no se ve reflejada en mejoras

La queja más recurrente es la falta de inversión en el entorno. Posiblemente, la empresa a cargo del sistema poco invierten en la señalización y el problema del tránsito se ve agravado por la dificultad de acceso del transporte urbano de colectivos al microcentro. Esta situación lleva a muchos a cuestionar el verdadero objetivo del SEM: ¿ordenar la vía pública o simplemente recaudar? Desde una perspectiva crítica, el estacionamiento medido representa la privatización del espacio público. Se transforma un bien común, antes de libre acceso, en un servicio tarifado, generando una nueva fuente de ingresos para el Municipio sin que exista, ningún estudio serio que indique que el sistema mejore el tránsito caótico de San Luis.

El espacio público y la legitimidad del estado

El debate trasciende la mera incomodidad del conductor y se adentra en el concepto de espacio público y la participación ciudadana, ya que al privatizar y monetizar el espacio donde antes se desarrollaban actividades libres, se podia estacionar sin ningun problema, el Estado podría estar debilita un pilar de la vida democrática. Lo unico que hace es aplicar tasas e impuestos sin ninguna contraprestación Un estado no puede considerarse plenamente democrático sin la legitimidad que le confiere una ciudadanía activa, la cual necesita de espacios abiertos para su intervención. Cuando se imponen criterios económicos de lucro -verdaderos negocios - sobre la convivencia social y la búsqueda del bienestar, como parece ocurrir con la lógica del SEM, se trastoca la función del espacio público y se limita la participación y movilidad ciudadana genuina.

En este escenario, el sistema no solo es evaluado por su eficiencia logística, sino por lo que representa: la elección entre priorizar el bienestar colectivo y la convivencia en el espacio compartido, o ceder ante dinámicas económicas que convierten un derecho de uso en un producto de consumo. Mientras, los conductores de San Luis siguen pagando, sin ver una mejora clara en su día a día y con la sensación de que el espacio que una vez fue de todos, ahora tiene un dueño y un precio.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Te puede interesar
Lo más visto