Presupuesto de San Luis 2026

El proyecto de $1,8 billones prioriza educación, salud y seguridad, y destina la mitad de la obra pública a viviendas. Sin embargo, congela los salarios estatales en una provincia con bajos ingresos, lo que genera dudas sobre el dinamismo económico.

ActualidadAyer
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El Gobierno de la provincia de San Luis, a través del ministro de Hacienda e Infraestructura, Néstor Ordóñez, presentó formalmente ante la Legislatura el proyecto de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal 2026, por un monto total de $1,8 billones. La iniciativa se caracteriza por dos ejes centrales: la ausencia de endeudamiento y la priorización del gasto social, aunque en un contexto de congelamiento salarial para los empleados públicos que ya preocupa a la economía local.

En un acto formal, Ordóñez hizo entrega del proyecto al presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Leyes, y al vicegobernador y titular del Senado, Ricardo Endeiza. Según explicaron desde el Ejecutivo, la propuesta mantiene un nivel de recursos similar al del año en curso y fue diseñada sin recurrir a deuda ni a partidas reservadas, en un intento por “consolidar un ordenamiento gradual de las finanzas provinciales y sentar bases de previsibilidad” después de lo que definieron como “años de déficit estructural”.

Distribución del Gasto: La Social como Prioridad

La arquitectura del presupuesto refleja un claro direccionamiento hacia las áreas sensibles. Según se detalló, el 60% de las partidas totales estarán asignadas a los sectores de educación, salud y seguridad. Además, en línea con la emergencia habitacional vigente, se estableció que el 50% de toda la obra pública se orientará específicamente a la construcción de viviendas y soluciones habitacionales.

Sin embargo, un análisis más profundo de la distribución revela una tensión inherente al plan: el 82% del total está destinado a gastos corrientes. Este ítem incluye sueldos del sector público, transferencias a municipios, el funcionamiento del Poder Judicial y el financiamiento de programas sociales. En contrapartida, apenas un 18% se reserva para gastos de capital (inversión real), con solo un 11% dirigido específicamente a obras de infraestructura.

La Contracara: El Congelamiento Salarial y el Fantasma del Estancamiento

El punto más crítico y que ya genera debate es la decisión de no prever aumentos salariales para docentes y empleados estatales. Esta medida se enmarca en la búsqueda de austeridad, pero choca frontalmente con la realidad económica puntana. Los bajos salarios de base en la provincia reprimen el consumo interno, que es el motor principal de cualquier economía regional. Por más emprendimientos que haya con apoyo económico del gobierno provincial, la rueda de la economía no se mueve si no hay consumo”, advierte un análisis económico no oficial. El congelamiento podría agravar esta situación, contraponiendo la salud fiscal de largo plazo con la capacidad adquisitiva inmediata de una porción significativa de la población.

El presupuesto 2026 de San Luis se presenta, en definitiva, como una apuesta ambiciosa a la estabilidad financiera. La prioridad social es clara en el papel, con una inversión sustancial en sectores clave y una fuerte respuesta a la crisis habitacional. No obstante, el éxito final del plan dependerá de su capacidad para sortear su principal desafío: equilibrar las cuentas públicas sin estrangular el poder adquisitivo de los ciudadanos y, por ende, la actividad económica interna. El debate legislativo que se avecina tendrá la difícil tarea de analizar esta propuesta que, si bien promete no endeudar más a la provincia, podría tener un costo social elevado para sus trabajadores estatales y para el ritmo de la economía local.

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