
La ausencia de una revisión critica de un modelo sin evolución
En un mundo donde todo parece moverse a la velocidad de un scroll, la tinta vuelve a ganar terreno. Mientras muchos medios abandonaron la impresión en favor de lo digital, algunos están redescubriendo su valor. Revistas como Vice, Nylon y Playboy han retomado sus ediciones impresas en tiradas limitadas, transformando lo que antes era el formato por defecto en un objeto de lujo. Ahora, incluso las grandes empresas tecnológicas —sí, incluso Microsoft— están apostando por el papel.
La gigante de Redmond sorprendió recientemente al lanzar Signal, una revista de 120 páginas dirigida a líderes empresariales. En su primer número, incluye desde un ensayo de Bill Gates hasta una entrevista con el CEO Satya Nadella y una sección de estilo de vida. ¿El objetivo? “Hacer algo que fuera lo opuesto a lo efímero”, explicó Steve Clayton, vicepresidente de estrategia de comunicación de Microsoft, en una entrevista con la periodista Sarah Grevy Gotfredsen.
Clayton se inspiró en el éxito de Costco Connection, una publicación de larga data que hoy es la tercera revista más leída de EE. UU., con más de 15 millones de ejemplares al mes. Aunque Signal no pretende competir en volumen, sí busca conectar de forma más profunda con su audiencia. Por eso, Microsoft tomó una decisión radical: no publicará el contenido online. “Queremos que esto sea algo para sentarse, leer y atesorar”, afirmó Clayton.
El retorno del papel no es solo una decisión nostálgica. Algunos estudiantes ven en los periódicos algo retro, como las cámaras Polaroid. Otros, como la influencer Kelsey Russell, encuentran en el papel un refugio del ruido digital: “Cuando leo en papel, realmente proceso lo que estoy leyendo”, dijo.
Y no solo los jóvenes lo aprecian. En medio de la saturación de contenidos online, el papel ofrece una pausa, un respiro. En palabras de Clayton, el nombre Signal representa justamente eso: “cortar con el ruido” y recuperar lo que tiene peso y permanencia.
Detrás de Signal no hay solo comunicadores corporativos. La revista fue escrita por un equipo mixto, con experiodistas y colaboradores del medio británico Delayed Gratification, conocido por su enfoque “lento” en las noticias. La tendencia es clara: ante las olas de despidos en redacciones, muchos periodistas están migrando hacia el storytelling corporativo, como también lo muestra el caso de Red Bulletin de Red Bull o incluso la colaboración entre Hinge, la app de citas, y escritores literarios en No Ordinary Love. Este fenómeno representa una redefinición del papel del periodismo: ya no solo como el cuarto poder, sino también como herramienta estratégica en el mundo empresarial.
Aunque el renacimiento del papel tiene sus límites —las revistas de aerolíneas como Hemispheres han dejado de imprimirse debido al auge del Wi-Fi a bordo—, el retorno de publicaciones impresas, aunque más acotadas y selectivas, demuestra que aún hay espacio para el formato físico. No se trata de nostalgia vacía, sino de una búsqueda por lo tangible en un entorno cada vez más intangible. Microsoft, símbolo por excelencia de la era digital, nos recuerda que a veces, para destacarse, hay que mirar hacia atrás. Porque en tiempos de algoritmos y consumo fugaz, el papel ofrece algo que lo digital aún no ha podido replicar del todo: atención plena y presencia.