Produccion de conocimiento y escritura en la academia

En el contexto de la emergencia sanitaria desencadenada por la COVID-19, las Instituciones de Educación Superior (IES) han enfrentado cambios significativos, adaptando sus metodologías y formas de convivencia debido a medidas de distanciamiento social y cierres de instalaciones. 

La escritura académica digital ha ganado importancia, con investigaciones que destacan el valor de las plataformas digitales en el desarrollo de competencias de escritura académica. Se ha observado la posibilidad de transferencia de habilidades de escritura desde las redes sociales al ámbito académico. En Latinoamérica, se han explorado diversas iniciativas para fomentar la escritura académica mediante el uso de tecnologías de información y comunicación (TIC), como grupos virtuales, talleres online, comunidades virtuales y plataformas educativas.

La importancia de las competencias de escritura académica se ha incrementado en universidades en todo el mundo, reflejando la necesidad de mejorar el desarrollo de estas habilidades en estudiantes, docentes e investigadores. En algunos países, se han establecido centros de escritura y bibliotecas universitarias para apoyar este proceso y se reconoce la relación directamente positiva entre el éxito académico y las competencias de escritura, así como la relevancia de la alfabetización académica en la comprensión y producción de textos dentro de comunidades académicas específicas.

En muchas ocasiones, es posible encontrar en el ámbito universitario a docentes universitarios que, a pesar de haber defendido su tesis doctoral hace años, no han publicado ningún artículo sobre la investigación que la respalde. Este fenómeno, que podría considerarse inusual en otros contextos, es lamentablemente común en los entornos académico. De hecho, la necesidad de publicar uno o más artículos para poder defender la tesis doctoral y obtener el grado de doctor se ha convertido en una regulación reciente, modificando un requisito previo que exigía una investigación inédita.

Cuando se lleva a cabo una investigación sin publicar sus resultados, se cometen varios errores que afectan negativamente a los propios docentes, a la institución de educación superior y a la comunidad científica en general. Precisamente porque la progresión académica y científica de un investigador está estrechamente vinculada con la cantidad y calidad de los artículos que publica. Para avanzar en la carrera académica y destacarse en el competitivo ámbito universitario, es imprescindible publicar en revistas científicas de prestigio y alto impacto, a veces no de la propia universidad, sino especialmente aquellas indexadas en bases de datos importantes como Web of Science (WOS) -incluyendo JCR y ESCI- y SCOPUS. Esto es crucial para obtener la acreditación en las distintas categorías universitarias por parte de las agencias de evaluación.

Sin embargo, los beneficios de la publicación no se limitan al ámbito individual. Una parte significativa de los fondos que sustentan el presupuesto universitario en algunos países, se asignan en función del número y calidad de los artículos que publican sus docentes investigadores en revistas de impacto. Por lo tanto, publicar investigaciones contribuye directamente al fortalecimiento financiero de la institución a la que se pertenece.

Además, una investigación que no se publica priva a la comunidad científica de los avances y contribuciones que podría ofrecer. Si ha obtenido una subvención para un proyecto de investigación, es probable que se haya beneficiado de un estado del arte basado en una revisión bibliográfica exhaustiva. Este estado del arte se construye gracias a la disponibilidad de resultados de investigaciones anteriores. Al compartir y publicar los resultados de su investigación, un docente investigador contribuye al avance del conocimiento en su campo y facilita el trabajo de futuros investigadores.

Asimismo, las publicaciones de los docentes pueden mejorar el posicionamiento de su universidad en los rankings internacionales, ya que muchos de ellos consideran las publicaciones de los investigadores como un indicador clave de calidad y excelencia académica. Es fundamental que los docentes publiquen los resultados de sus investigaciones en revistas científicas de impacto. Publicar no solo beneficia al investigador individualmente, sino que también contribuye al desarrollo institucional y al avance del conocimiento científico en su campo. El acto de publicar no tiene desventajas y solo conlleva ventajas para todas las partes involucradas.