El rol de la educación superior en los planes nacionales de desarrollo

Nuevo informe de UNESCO IESALC. 66 países incorporan la educación superior a su visión de futuro. Principales tendencias, retos y recomendaciones para reforzar el papel de la educación superior en el desarrollo nacional.

Actualidad28 de septiembre de 2024
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El reciente informe de la UNESCO IESALC, titulado Incluyendo la educación superior en los planes nacionales de desarrollo (2024), examina cómo 66 países en desarrollo integran la educación superior (ES) en sus Planes Nacionales de Desarrollo (PND). El estudio revela una serie de brechas y desafíos en la manera en que los gobiernos abordan el papel de la ES para impulsar el desarrollo económico, social y ambiental de sus países.

El informe de la UNESCO IESALC subraya el vínculo crucial entre la educación y el desarrollo, destacando que la educación superior es clave para el progreso de cualquier nación. Los países que han logrado transformarse en gigantes industriales y tecnológicos lo han hecho gracias a décadas de inversiones estratégicas y sistemáticas en la educación, especialmente en la educación superior. Estas inversiones han fortalecido el capital humano y los sistemas de investigación, lo que ha impulsado innovaciones tecnológicas y avances científicos que permiten a las naciones prosperar.

El documento destaca que los países de ingresos bajos y medios que han logrado un desarrollo industrial significativo han basado su crecimiento en políticas educativas a largo plazo, las cuales formaron a millones de estudiantes y fortalecieron miles de instituciones educativas. Estas políticas crearon las condiciones necesarias para que la educación superior desempeñara un rol central en el desarrollo económico, social y cultural de sus sociedades. A pesar de que el vínculo entre educación y desarrollo está bien documentado en la teoría y la práctica, este informe es uno de los primeros intentos de evaluar cómo los países priorizan estratégicamente la educación superior dentro de sus planes nacionales de desarrollo. Al analizar estos planes, el informe busca entender el grado de integración de la educación superior en la planificación nacional, y resaltar ejemplos de buenas prácticas.La inclusión de la educación superior en los planes nacionales de desarrollo es un mensaje poderoso sobre la relevancia de este sector para el crecimiento y la transformación de las sociedades. Sin una educación superior sólida y de calidad, el progreso tecnológico, la innovación y el bienestar social son difíciles de alcanzar, especialmente en los países en desarrollo.

UNESCO IESALC está comprometida a colaborar con los gobiernos y los responsables políticos de todo el mundo para facilitar el uso de herramientas de planificación que permitan integrar de manera efectiva la educación superior en las políticas públicas. Este esfuerzo busca contribuir no solo al desarrollo de los países, sino también a la localización y aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que son una agenda clave para el progreso global. Este informe no solo documenta cómo los países priorizan la educación superior, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de planificar y fortalecer sistemas de educación superior equitativos e inclusivos. Se espera que los responsables de políticas públicas utilicen este documento como una base para abrir debates sobre cómo mejorar los sistemas educativos, garantizar una mayor equidad y responder de manera más eficaz a las necesidades de desarrollo nacional a través de la educación superior.

Principales hallazgos del informe:
Menos del 40% de los PND analizados dedican un apartado específico a la educación superior, lo que refleja una subvaloración de este sector como herramienta estratégica para el desarrollo.
Solo uno de cada cuatro planes incluye compromisos presupuestarios específicos para la educación superior, lo que subraya una desconexión entre la importancia de la ES y las inversiones necesarias para maximizar su impacto.
Apenas más de la mitad de los PND incorporan más de un indicador para medir el éxito de sus políticas de educación superior, lo que hace difícil evaluar su eficacia y garantizar una adecuada rendición de cuentas.
Brechas en la medición del progreso:
Un elemento clave identificado en el informe es la falta de indicadores adecuados para seguir el progreso de la educación superior. Solo una cuarta parte de los planes analizados incluyen una gama de indicadores que monitorean los insumos, procesos, resultados y el impacto a largo plazo. Esto impide que los gobiernos puedan realizar un seguimiento adecuado del avance, evaluar la eficacia de las políticas implementadas y exigir responsabilidades a las instituciones involucradas.

El informe plantea cuestiones fundamentales sobre si los países ven la educación superior como un motor clave del crecimiento económico, la mejora del mercado laboral o la sostenibilidad ambiental. También cuestiona si los países están estableciendo objetivos concretos y dedicando recursos suficientes para garantizar el éxito de sus políticas de ES. Para que los gobiernos avancen de manera efectiva, el informe propone el uso de indicadores en cuatro áreas clave:

  • Indicadores de insumos: Miden los recursos, como el número de estudiantes, cualificaciones del profesorado y los presupuestos asignados.
  • Indicadores de procesos: Evalúan la operativa de las instituciones, como la calidad educativa, la permanencia estudiantil y la equidad en el acceso.
  • Indicadores de resultados: Miden los productos inmediatos, como las tasas de graduación y las publicaciones científicas.
  • Indicadores de impacto: Evalúan el efecto a largo plazo, como el empleo de graduados, la innovación y la creación de empleo.

La promoción de habilidades demandadas por el mercado laboral, que aparece en tres cuartas partes de los planes. El aumento del número de graduados en industrias estratégicas para el desarrollo nacional, mencionado en el 70% de los PND. La mejora de la calidad de la educación superior, priorizada por dos tercios de los planes. El informe señala que, aunque muchos países mencionan estas prioridades, la falta de indicadores específicos y objetivos medibles dificulta el seguimiento del progreso. Esta carencia no solo limita la transparencia, sino que también debilita la capacidad de las instituciones y gobiernos para rendir cuentas y justificar mejoras en la educación superior.

El estudio de la UNESCO IESALC subraya la necesidad de que los gobiernos alineen sus estrategias de educación superior con sus objetivos de desarrollo más amplios, estableciendo metas claras y dedicando los recursos adecuados. Incorporar indicadores robustos y mensurables es esencial para garantizar el éxito de las políticas de educación superior y, en última instancia, aprovechar su potencial para transformar las sociedades en los países en desarrollo.
 

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