Democracia, Plebiscitos y Dominacion Carismatica

¿Se puede gobernar mediante plebiscitos?

General12 de febrero de 2024Sergio QuirogaSergio Quiroga
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El presidente argentino Javier Milei se mueve en arenas movedizas. El lider de LLA acelera en sus medidas. La quita de subsidios y la caida de la ley "Omnibus" ha llevado a la maxima tensiòn del poder ejecutivo con los gobernadores.

En las elecciones pasadas, Milei logró un 29% en las PASO y alcanzó el 30% en la primera vuelta electoral, obteniendo 7.8 millones de votos en octubre. Este respaldo constituye la base sólida de su partido, La Libertad Avanza (LLA), siendo considerado su piso electoral. Sin embargo, es posible que este apoyo no es inquebrantable, ya que proviene en parte de votantes que inicialmente optaron por otras opciones en las primarias y respaldaron a Milei en la segunda vuelta por diversas razones, principalmente la voluntad de cambio. Estos votos, aunque significativos, pueden ser volátiles dependiendo de la coyuntura política y económica. El 56% obtenido por el oficialismo en la elección presidencial representa un techo para Milei, y este porcentaje podría haber cambiado debido a las medidas de ajuste implementadas desde diciembre que afectan a un gran numero de ciudadanos.

Ante la falta de apoyo en el Congreso para sus leyes, se plantea la posibilidad de que Milei recurra a la amenaza de convocar un plebiscito como estrategia política. El contexto actual de aumento de precios y servicios, junto con ingresos atrasados, no favorece la imagen del presidente y del oficialismo. Eso pone en cuestión de si la estrategia de gobernar  sera a través de plebiscitos y si esto sería un acierto o un error político. 

La teoría sociologica de Max Weber sobre la democracia plebiscitaria puedeentenderse como una forma de dominación carismática oculta bajo la legitimidad derivada de la voluntad popular. La "dominación" en Max Weber, destaca su distinción con el "poder" y se enfoca en la probabilidad de obtener obediencia dentro de un grupo para mandatos específicos. Weber diferencia la dominación del poder al resaltar que la primera implica un componente "voluntario" mínimo, mientras que el poder se caracteriza por la imposición de la propia voluntad, incluso contra resistencia.

La dominación requiere un cuadro administrativo que ejecute los mandatos del dominador, debe tener motivos, ya sean materiales, afectivos o racionales con arreglo a valores, para obedecer. Sin embargo, la existencia de motivos dentro del cuadro no es suficiente; es crucial que se crea en la legitimidad de los mandatos, y esto se logra promoviendo la idea de que existen motivos legítimos para emitir mandatos y una obligación de obedecerlos.

Papa-Milei

El Presidente Javier Milei con el papa Francisco en Roma (Gentileza Pagina 12)

La "legitimidad" de la dominación se considera como una probabilidad aceptada por un número significativo de personas, aunque no de manera absoluta. Weber destaca que, aunque algunos finjan o convenzan por interés, la pretensión de legitimidad consolida la existencia de la dominación y determina la naturaleza del vínculo entre el soberano y el cuadro administrativo. En Weber, se presentan tres tipos puros de dominación legítima según el fundamento principal de su legitimidad: la racional, basada en la legalidad de ordenaciones estatuidas; la tradicional, sustentada en la creencia en la santidad de las tradiciones; y la carismática, que se apoya en la entrega extracotidiana a la santidad, heroísmo o ejemplaridad de una persona. 

En el contexto europeo, la historia plebiscitaria en Francia, como el caso de Napoleón Bonaparte en 1802 y Charles de Gaulle en 1969, sirve como antecedente para entender los riesgos y las consecuencias de una democracia plebiscitaria en Argentina. Obviamente estos procedimientos, en el escenario argentino, - la posibilidad de gobernar mediante plebiscitos - podria tener resultados diferentes - acertados u erroneos - para el país.
 
 
 
 

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