

El Congreso de Comunicación Digital 2025, celebrado en Potrero de los Funes, dejo reflexiones y desafios, con más de 400 asistentes entre periodistas, estudiantes, académicos y especialistas del sector. El evento, que se extendió durante toda la jornada, ofreció seis paneles temáticos donde se abordaron tópicos de alta sensibilidad para el presente y futuro del ecosistema digital: inteligencia artificial, algoritmos, narrativas contemporáneas, ética comunicacional y los desafíos de la regulación en entornos virtuales.
Paneles con voces diversas y foco en el presente digital
Desde las 9:45 hasta las 18:50, se desarrollaron mesas de debate que tocaron el impacto de la IA en la producción de contenidos, el rol de las emociones en las redes sociales, la transformación discursiva desde los territorios, y la construcción de relatos en contextos de polarización algorítmica. La apertura estuvo a cargo del vicegobernador Ricardo Endeiza, quien remarcó la necesidad de estos espacios para “adaptarnos a los cambios vertiginosos del mundo” y cumplir con la responsabilidad estatal de garantizar el acceso a la información. “La comunicación atraviesa todas las actividades sociales y por eso debemos ampliar los espacios de reflexión”, señaló. Pablo Pérez Paladino, director de Enter Comunicación y organizador del evento, valoró la realización del congreso en el interior del país y destacó la presencia de referentes de provincias como San Luis, San Juan y La Rioja. “La comunicación nos interpela como ciudadanos. Estos espacios son fundamentales para entender los nuevos mecanismos digitales”, subrayó.
IA, desinformación y el control del relato
Uno de los momentos más intensos del Congreso fue el panel “¿Quién controla el relato en la era de la IA?”, con la participación de la investigadora Natalia Aruguete, el consultor político José Norte Sosa, el académico Marcelo Alcaraz y el propio Pérez Paladino. Allí se discutió el papel de los algoritmos en la difusión de información falsa y la pérdida de control sobre las narrativas. “Hoy no existe la verdad, sino quien logre que su verdad circule más rápido”, afirmó Sosa, mientras Aruguete advertía sobre el rol de la ideología como una construcción del otro. Alcaraz, por su parte, alertó sobre la capacidad de herramientas como ChatGPT, Deep Sink y Gemini para generar contenido indistinguible del creado por humanos: “Estos mecanismos generan sesgos, concentran poder y redefinen la democracia”. Sin embargo, más allá de los discursos institucionales y paneles académicos, el evento también generó críticas desde sectores independientes del periodismo local, quienes cuestionaron la autenticidad del debate y denunciaron un clima cerrado y poco plural.
Algunos medios señalaron que el Congreso fue un encuentro valioso aunque desaprovechado, donde predominaron las voces oficialistas o vinculadas a la pauta gubernamental. En redes sociales se viralizó un video de expositores dormidos durante las conferencias, que muchos interpretaron como una metáfora del desinterés o la desconexión con la realidad. Además, el evento sirvio para que voces vinculadas con la aterior administracion de San Luis que domesticaba a los medios de comunicacion de San Luis con generosas pautas, sacara a la luz posibles actos de censura, presión a periodistas y manipulación de audiencias mediante bots y trolls desde la comunicación oficial gubernamental. También resulto llamativa la presencia de Facundo Santarone, un operador político no oficializado como funcionario, pero con fuerte injerencia en la distribución de pauta, según diversas fuentes. Errores en la organización tampoco paso desapercibido.
Entre avances y deudas pendientes
El Congreso de Comunicación Digital 2025 deja un saldo mixto. Por un lado, se valoró la posibilidad de reunir voces del ámbito académico y profesional para discutir temas centrales del nuevo ecosistema digital. Por el otro, surgieron cuestionamientos de fondo sobre la transparencia, la pluralidad y la real voluntad de fomentar un debate abierto. Mientras el Gobierno celebra la realización de este tipo de eventos como un paso hacia una comunicación más democrática, las voces críticas piden ir más allá del marketing institucional: menos filtros, más verdad.







