Un monumento que oculta la verdad historica

El "Monumento al Indio"

Actualidad13 de abril de 2025
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El “Monumento al Indio” es una obra emblemática situada en Villa Mercedes, San Luis, Argentina, conocida así por el saber popular, aunque su verdadero significado y propósito esta casi oculto y van mucho más allá del nombre. Fue realizado por el escultor Julio Domínguez, en el marco de un proyecto cultural y urbano más amplio impulsado por Alberto Rodríguez Saá como parte del desarrollo del Parque Costanera Río Quinto.

Este monumento busca sin lograrlo, reparar simbólicamente una de las heridas más profundas de la historia argentina: el exterminio y despojo de las comunidades originarias, víctimas de procesos de colonización violenta y, más tarde, de la Campaña del Desierto. En este sentido, la escultura transmite un mensaje de reconciliación y esperanza de convivencia pacífica. El gesto del soldado representado en la obra, que extiende su brazo hacia el indígena, simboliza un acercamiento respetuoso, una voluntad de paz en una tierra rica en oportunidades naturales, donde todos puedan convivir sin exclusión.

Es un monumento que no refleja la verdad histórica. La posición amistosa del soldado con el indio oculta lo que en verdad ocurrió. Según el historiador Jorge Alberto Cangiano, esta referencia histórica persigue la intención de despertar la inquietud de bucear en los acontecimientos que constituyen el basamento cultural de su evolución histórica, como pueblo. Sin embargo, el monumento no expresa la verdad histórica, no dice nada sobre el fusilamiento de sesenta ranqueles.

Debemos recordar que una de las páginas más trágicas de la historia de la conquista del desierto se escribió el 8 de noviembre de 1878. Ese día, un grupo de cien ranqueles se dirigía hacia Villa Mercedes (San Luis), con el objetivo de recibir las raciones que debía entregarles el gobierno nacional en virtud del acuerdo firmado meses antes con el cacique Epumer, jefe de la comunidad indígena. Por orden del general Rudecindo Roca (hermano del ministro de Guerra Julio A. Roca), los ranqueles fueron detenidos en el paraje Pozo del Cuadril, a cinco kilómetros de Villa Mercedes, y encerrados en un potrero, donde los esperaban militares. Un 26 de octubre, el Estado argentino en formación fusiló a más de sesenta ranqueles y tomó prisioneros a hombres, mujeres y niños en una emboscada acaecida en proximidades a Villa Mercedes, en la zona conocida como Pozo del Cuadril. Allí, el pueblo ranquel se acercó para cobrar raciones derivadas de un tratado de paz firmado tres meses antes con el Gobierno Federal. Sin embargo, el teniente Rudecindo Roca atacó a traición, fusilando a 60 varones y enviando a sus familias como mano de obra forzada a ingenios de Tucumán. El hecho ocurrió en un contexto de paz, en el año 1878. En esa época, medios periodísticos como La Nación y El pueblo Libre de Córdoba, calificaron el hecho como “Crimen de lesa humanidad”

El monumento 

El monumento se ubica estratégicamente en un lugar histórico: la cabecera sur del puente que cruza el río Quinto, frente al monolito que recuerda la Batalla de la Ensenada de las Pulgas, un episodio triste donde la infantería puntana fue diezmada por el caudillo chileno Juan José Carrera. Esta batalla, ocurrida en los albores de la organización institucional de San Luis, durante el gobierno del Dr. José Santos Ortiz en 1820, es una invitación a los mercedinos a reconectarse con su historia y sus raíces culturales.

El monumento también se inscribe en una política de reconocimiento y reparación más amplia hacia los pueblos originarios, representada por la creación del Pueblo Nación Ranquel en el departamento Gobernador Dupuy. Esta comunidad fue desarrollada respetando las costumbres y estructuras tradicionales de los ranqueles: se construyeron toldos, escuelas, hospitales, y se trazó un pueblo completo, incluyendo tierras para la cría de ganado, en consonancia con su cultura, religión, idioma y formas de vida.

El entorno del monumento, el Parque Costanera Río Quinto, se fue consolidando con forestación, apertura de caminos, espacios recreativos y deportivos. Con el tiempo, se transformó en un centro social y cultural, impulsando el desarrollo urbano de la zona sur de Villa Mercedes, históricamente olvidada en comparación con la expansión hacia el norte tras la llegada del ferrocarril. Esta obra ayudó a revitalizar el contacto con el río, fuente de vida y recursos que dio origen a la ciudad y permitió soñar con un nuevo polo de desarrollo urbano hacia el sur, aunque el proyecto aún no haya sido del todo aceptado por la comunidad.

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