
Perspectivas y cambios en la profesion
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) de la UNESCO busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos para 2030, destacando la meta 4.c, que exige un aumento significativo en la contratación de docentes cualificados. Sin embargo, la escasez mundial de docentes pone en riesgo este objetivo, ya que se estima que se necesitarán 44 millones de docentes adicionales para alcanzar las metas de educación primaria y secundaria, lo que implica una inversión de 120 mil millones de dólares anuales. Esta escasez afecta tanto a países de renta alta como baja, siendo especialmente grave en África Subsahariana debido al rápido crecimiento de la población escolar y las restricciones financieras.
Además, factores como bajos salarios, malas condiciones laborales, y una carga de trabajo elevada han disminuido el atractivo de la docencia. Esto se refleja en el abandono de la profesión, con una tasa de deserción creciente, especialmente en los primeros años de carrera. También existen desajustes estructurales en la asignación de personal cualificado y la falta de sistemas adecuados de gestión de recursos humanos, lo que dificulta tomar decisiones informadas.
Para abordar estos desafíos, se propone un "nuevo contrato social" para la educación que revalorice la profesión docente, promueva su colaboración y participación en la toma de decisiones, y mejore sus condiciones laborales. Países como Kazajistán han aumentado los salarios del profesorado, mientras que sistemas como el TMIS en Senegal permiten una mejor planificación y distribución de los docentes. Es fundamental también ofrecer formación continua y asegurar que los docentes se mantengan actualizados con las nuevas tecnologías. Solo con estos enfoques integrales se podrá cumplir con las metas del ODS 4 y mejorar la calidad educativa global.
Objetivo de Desarrollo Sostenible
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) de UNESCO busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todas las personas para 2030, y uno de sus pilares es la meta 4.c, que exige un aumento significativo en la contratación de docentes cualificados. Sin embargo, la escasez mundial de docentes pone en peligro la consecución de este objetivo. La UNESCO advirtió en 2022 que el progreso hacia el ODS 4 estaba en riesgo, ya que se estima que serán necesarios 44 millones de docentes adicionales en todo el mundo para alcanzar las metas de educación primaria y secundaria. Esto implica una inversión anual de aproximadamente 120 mil millones de dólares (USD).
A nivel global, la escasez de docentes es un desafío en todos los países, sin importar su nivel de renta. En África Subsahariana, se proyecta que se necesitarán 15 millones de nuevos docentes debido al rápido crecimiento de la población escolar y las restricciones financieras. Sin embargo, incluso en países de renta alta, los sistemas educativos enfrentan dificultades para atraer nuevos docentes, lo que afecta la calidad educativa. En países como Francia, Reino Unido, Japón y Estados Unidos, ya se observan efectos de esta escasez.
A pesar de la creciente investigación sobre el profesorado, no existía un informe global específico para monitorear el progreso hacia la meta 4.c hasta este Informe mundial sobre el personal docente. Este informe tiene como objetivo apoyar a los países en el monitoreo y avance hacia la meta 4.c, destacando la importancia de empoderar a los docentes, garantizar su buena formación, motivación y respaldo dentro de sistemas educativos adecuados.
Además, la Comisión Internacional sobre los Futuros de la Educación subraya la necesidad de redefinir la profesión docente como colaborativa, mejorar las condiciones laborales, el estatus y promover la participación de los docentes en la toma de decisiones. La Cumbre sobre la Transformación de la Educación también instó a reposicionar la profesión docente, asegurando que los educadores sean guías y facilitadores del aprendizaje. En este contexto, el informe sugiere que los sistemas educativos deben diseñar estrategias y políticas coherentes para ofrecer mejores condiciones laborales a los docentes y mejorar la calidad educativa.
Desafíos y necesidades proyectadas
Para alcanzar las metas del ODS 4, se han identificado indicadores internacionales clave para medir la cantidad de docentes y la calidad de la enseñanza. La escasez de docentes está directamente relacionada con dos factores fundamentales: el aumento de la población escolar y el abandono de la profesión. La tasa de abandono de docentes de primaria se duplicó entre 2015 y 2022, lo que agrava la escasez. Se proyecta que se necesitarán 44 millones de docentes adicionales para 2030, 31 millones de los cuales serán para la educación secundaria, y el resto para la primaria.
A pesar de los avances, el número de docentes necesarios sigue siendo considerablemente alto, especialmente debido a la inclusión de la educación secundaria universal en los objetivos de los ODS. Las disparidades en la distribución de docentes entre países y regiones siguen siendo un desafío, con países de renta baja enfrentando ratios de estudiantes por docente más altas, lo que contribuye a aulas masificadas y baja calidad educativa.
Factores que afectan la escasez de docentes
La escasez de docentes es un fenómeno complejo, alimentado por factores como bajos salarios, condiciones laborales difíciles, y una carga de trabajo elevada. Esto ha llevado a una disminución del atractivo de la profesión docente en todo el mundo. En muchos países, los docentes ganan menos que otros profesionales con cualificaciones similares, lo que dificulta la atracción y retención de talento. Esto es especialmente grave en África Subsahariana, donde los salarios no son suficientes para cubrir las necesidades básicas de los docentes.
Los jóvenes también se sienten desmotivados para ingresar a la profesión, con estudios que muestran que la docencia no es una de las principales aspiraciones profesionales en varios países. Además, el abandono del profesorado está influenciado por factores como las condiciones laborales, la falta de oportunidades de crecimiento profesional, y razones personales como la jubilación o problemas de salud. Los primeros años de carrera son críticos, con un porcentaje significativo de docentes abandonando la profesión en los primeros cinco años.
Desajustes estructurales y falta de datos
Uno de los problemas que agravan la escasez de docentes es la asignación inadecuada de personal cualificado, lo que genera desajustes entre las cualificaciones necesarias y las materias que se enseñan. Además, muchos países carecen de sistemas adecuados de gestión de recursos humanos, lo que dificulta la recopilación de datos precisos y la toma de decisiones informadas.
Los países han implementado diversas estrategias para abordar los factores que afectan la escasez de docentes, con el fin de hacer de la docencia una carrera más atractiva y estable. Las autoridades educativas, tanto a nivel nacional como escolar, disponen de diferentes herramientas y políticas para mejorar la profesión docente. Entre ellas se incluyen el aumento de salarios, mejoras en las condiciones laborales, el apoyo en salud mental, y el fortalecimiento de la cultura escolar. Un ejemplo de esto es Kazajistán, que duplicó los salarios del profesorado entre 2020 y 2023, después de que una encuesta revelara el descontento de los docentes por sentirse sobrecargados y mal remunerados.
El liderazgo escolar efectivo juega un papel crucial, ya que puede crear entornos motivadores y mejorar la autonomía del personal docente. Además, las investigaciones sugieren que la observación en aula y la colaboración entre docentes son prácticas que pueden mejorar los resultados educativos, como se observó en las escuelas latinoamericanas con liderazgo proactivo. También es vital ofrecer apoyo a los docentes noveles, por ejemplo, mediante programas de inducción y mentoría que les proporcionen orientación en sus primeros años de carrera.
Asimismo, la gestión adecuada de los datos del personal docente es fundamental para predecir y abordar las altas tasas de abandono y la distribución desigual de los docentes. Sistemas como el TMIS (Sistema de Información y Gestión del Personal Docente) permiten planificar de manera más eficaz las necesidades de personal, como se observa en Senegal con su sistema MIRADOR, que rastrea datos clave como la contratación y la formación de los docentes.
El concepto de un "nuevo contrato social" para la educación es un enfoque propuesto para aumentar el prestigio de la profesión docente, enfocándose en la colaboración, la investigación y la innovación. El reclutamiento de docentes debe estar orientado hacia la identificación de aquellos motivados por el deseo de ayudar a los demás, como en el caso de China, donde los estudiantes de secundaria son incentivados a seguir la carrera docente por razones altruistas.
Además, la formación continua y el desarrollo profesional son esenciales para asegurar que los docentes se mantengan actualizados en su práctica. Los Países Bajos, por ejemplo, han vinculado la formación inicial docente con la práctica escolar, favoreciendo la cooperación entre instituciones educativas y escuelas. También es importante que la formación esté alineada con las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, que pueden enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por último, se subraya la necesidad de profesionalizar la carrera docente mediante la implementación de estándares mínimos para la cualificación docente, la certificación y la creación de una estructura de carrera clara que esté vinculada al progreso y la estabilidad laboral de los docentes. La participación activa en comunidades de práctica y el diálogo social también son herramientas clave para fortalecer el papel del profesorado y mejorar su estatus.
La escasez global de docentes es un desafío multidimensional que afecta tanto a países de renta alta como baja. Para cumplir con las metas del ODS 4, es fundamental no solo aumentar la cantidad de docentes, sino también mejorar las condiciones laborales, la formación continua y el estatus de la profesión docente.