Culpar a los medios, una tradicional receta

General16 de julio de 2024
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El intento de asesinato de Donald Trump en un mitin en Pennsylvania, que resultó en la muerte de uno de sus seguidores Corey Comperatore, generó reacciones inmediatas y diversas, centradas en la cobertura mediática del evento. Este ataque no solo subraya la continua polarización y violencia política en Estados Unidos, sino también los desafíos que enfrentan los medios y las fuerzas de seguridad al cubrir y proteger eventos de alto perfil. Varias fotos de Trump en la escena, tomadas por fotógrafos como Evan Vucci, Doug Mills, Jabin Botsford y Anna Moneymaker, capturaron distintos matices del momento, desde la postura desafiante de Trump hasta su aparente agotamiento. Estas imágenes, tomadas bajo la amenaza de disparos, fueron destacadas por su calidad y valentía, reflejando la tensión del momento.

Los periodistas presentes, no solo fotógrafos, también enfrentaron el peligro mientras documentaban el suceso.  Aun asi, no solo los asistentes culparon a los medios; políticos y comentaristas de derecha también señalaron a la prensa, a veces usando la cobertura crítica de Trump como argumento. J.D. Vance y Tim Scott culparon al equipo de Biden y a la "prensa corporativa" por incitar la violencia, mientras que figuras como Marjorie Taylor Greene acusaron a los medios de ser corruptos y de incitar al público. Esta reacción recuerda eventos pasados donde los medios fueron acusados de incitar violencia, como el asesinato del presidente McKinley en 1901 o el intento de asesinato de Robert Fico en Eslovaquia. Sin embargo, el contexto actual en Estados Unidos, con años de retórica anti-medios de Trump y sus aliados, y recientes críticas de los aliados de Biden, agrava la situación.

Crisis de los Medios

La crisis en la industria del periodismo en Estados Unidos ha alcanzado un punto crítico en 2024, marcada por significativos despidos en importantes medios de comunicación, incluyendo un recorte del 20% en la sala de redacción del Los Angeles Times. Estos despidos subrayan los profundos problemas financieros que enfrentan los medios tradicionales, a pesar de las expectativas de que propietarios multimillonarios como Patrick Soon-Shiong pudieran sostener las pérdidas. Soon-Shiong explicó que los recortes eran necesarios debido a pérdidas anuales de entre 30 y 40 millones de dólares, a pesar de su capacidad financiera para soportarlas.

El caso del Los Angeles Times no es aislado. Otros medios de renombre, como el Washington Post de Jeff Bezos, también han enfrentado despidos después de años de inversión constante. La situación es aún más precaria para periódicos controlados por grandes corporaciones como Alden Global Capital y Gannett, que han adoptado estrategias de reducción de costos agresivas. Los recientes despidos refuerzan estas preocupaciones, sugiriendo que las soluciones basadas en el mercado no pueden resolver la crisis. La situación se ha deteriorado considerablemente desde 2005, con Estados Unidos perdiendo casi un tercio de sus periódicos y dos tercios de sus periodistas. La disminución de la publicidad impresa y el dominio de Meta y Google en la publicidad digital han privado a los editores de una fuente crucial de ingresos. El modelo de negocios basado en la publicidad ha colapsado, demostrando ser inadecuado para sostener el periodismo de servicio público necesario para una democracia funcional.

Medios y Agenda Politica

A pesar de las críticas, los medios siguen teniendo la capacidad de influir en la agenda política y reportar desde lugares de difícil acceso. El intento de asesinato de Trump subraya esta dualidad: mientras algunos critican a los medios por su cobertura, otros utilizan las imágenes capturadas por estos periodistas para movilizar apoyo y fondos. A pesar de la agresión hacia los periodistas en el mitin, también hubo momentos de solidaridad y cooperación entre ellos y los asistentes. 

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