Macri y el PRO tomaron la iniciativa

El panorama político en Argentina se ha tornado complejo, especialmente en las relaciones entre Mauricio Macri, el PRO, y el presidente Javier Milei. A pesar de una aparente buena sintonía entre Macri y Milei durante sus encuentros personales, las decisiones políticas han revelado una creciente tensión y diferencias estratégicas.

Recientemente, el PRO sorprendió al votar junto a kirchneristas y radicales opositores en contra de un decreto que otorgaba 100 mil millones de pesos en fondos reservados a la nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Este voto no solo fue inesperado, sino que también puso en evidencia un quiebre dentro del partido y un desafío a la autoridad de Macri, quien, aunque apoyó públicamente el veto presidencial para proteger las cuentas fiscales, se encontró en desacuerdo con las acciones de su propio bloque.

En una cena privada, Macri y Milei discutieron sobre el peligro que representaría para el gobierno que la oposición alcanzara los dos tercios de los votos en el Congreso, un número crítico para un posible juicio político. A pesar de la preocupación expresada por Macri, no hubo una coordinación clara en las acciones posteriores. El presidente Milei, por su parte, se ha mostrado hábil en acordar con Macri sin concretar compromisos firmes, lo que genera frustración en el expresidente.

El PRO, bajo la influencia de Macri, mostró una postura rebelde respecto a la reforma jubilatoria, un tema de alta sensibilidad social. Aunque Macri apoyó el veto, su bloque en el Senado se dividió, con varios senadores mostrando resistencia a votar en contra de los jubilados. Esta reforma incluía artículos que aumentaban el compromiso fiscal del gobierno, como la actualización de los haberes jubilatorios y la garantía de un ingreso mínimo equivalente a la canasta básica. La resistencia del PRO a estos artículos reflejó una disconformidad con las políticas fiscales del gobierno, aunque finalmente votaron en contra de tres artículos específicos que generaban mayores presiones sobre las cuentas públicas.

El clima de incertidumbre política se agudiza con la posibilidad de un veto presidencial a la reforma jubilatoria, lo que dejaría al gobierno de Milei en una posición aún más vulnerable. Macri, que ha mostrado una disposición a operar políticamente para influir en estas decisiones, podría jugar un papel clave en el desenlace de esta situación.

Además, en el contexto de las negociaciones políticas, se menciona la posibilidad de un acuerdo en el Senado para aprobar los pliegos de candidatos controversiales para la Corte Suprema, lo que añade una capa adicional de intriga y maniobra política en las altas esferas del poder.