Estilo Milei

Cultura pendenciera y prácticas deshonestas y manipuladoras malogran el valor único e insustituible de la democracia. El derecho ciudadano a elegir representantes capaces de ofrecer integridad y ejemplaridad en el gobierno.

Actualidad14 de julio de 2024
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El presidente Javier Milei firmó el Pacto de Mayo, un acuerdo con 18 gobernadores provinciales, que representa un hito en un país caracterizado por la confrontación política y la falta de políticas publicas. Este pacto, firmado el 9 de julio, contiene diez puntos que no son exclusivos del ideario libertario de Milei, sino que también incluyen medidas que podrían ser apoyadas por cualquier dirigente moderado. Uno de los puntos más destacados del pacto es la afirmación de Milei de que Argentina se encuentra en un punto de inflexión, donde el cambio se convierte en una obligación y una urgencia. 

Desafíos del Pacto y Demandas Provinciales

Aunque el pacto busca reducir el gasto público del 42% al 25% del PBI, uno de los primeros reclamos de los gobernadores firmantes es la demanda de más fondos del gobierno nacional para sus provincias. Los gobernadores de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, por ejemplo, exigen que el gobierno nacional financie los déficits de sus sistemas previsionales y cumpla con el esquema de financiamiento para la finalización de obras públicas. Además, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires reclama la recuperación de los puntos de coparticipación y la transferencia de la administración del puerto de Buenos Aires, la terminal de ómnibus de Retiro y la Inspección General de Justicia.

El estilo confrontativo de Milei y sus repetidos agravios hacia la prensa y sus críticos generan dudas sobre la confianza en su gobierno. La implementación práctica de los consensos del Pacto de Mayo enfrenta escepticismo, especialmente sin una coalición de gobierno sólida. Las relaciones entre el mileísmo y el macrismo también están marcadas por incertidumbres, con Milei intentando absorber poco a poco al Pro, siguiendo una estrategia similar a la que Mauricio Macri intentó con sectores del radicalismo.

El gobierno de Milei también enfrenta desafíos económicos, como la incertidumbre del mercado sobre el levantamiento del cepo cambiario y el crecimiento económico. La estampida del dólar, el aumento del riesgo país, la caída de las reservas del Banco Central y las diferencias con el FMI son algunas de las dificultades actuales. Aunque el registro de una inflación del 4.6% en junio dio un respiro al gobierno, el cepo a la compra de dólares y la tablita cambiaria del 2% mensual son criticados por su impacto negativo en la acumulación de reservas y el crecimiento económico.

El estilo pendenciero de Milei, caracterizado por sus agravios a la prensa y a sus críticos, representa otro peligro para la confianza en su gobierno. Ni sus funcionarios más conciliadores pueden reparar constantemente los daños causados por sus expresiones irreflexivas y a veces soeces. Si Milei desea diferenciarse de la diatriba populista y demagógica de las gestiones kirchneristas, debería evitar emular los rasgos de intolerancia hacia la prensa y los críticos que caracterizaron a Néstor y Cristina Kirchner. Las intimidaciones a la prensa históricamente han ocultado mecanismos para el enriquecimiento ilícito de funcionarios, y muchos de estos mecanismos han sido descubiertos gracias al periodismo independiente.

El concepto de que "el fin justifica los medios" ha sido debatido extensamente en la filosofía política. Max Weber, en su obra La política como vocacion, enfatiza la necesidad de identificar qué fines justifican qué medios, para evitar traicionar responsabilidades éticas mínimas. Weber advierte que quien no esté dispuesto a perder su alma no debería dedicarse a la política, situando esta postura entre la "mentira noble" de Platón, orientada hacia un objetivo superior, y la "mentira política" de Maquiavelo, enfocada en mantener el poder del príncipe.

La política, concebida como mentirosa y pendenciera, a menudo se distancia de los intereses y preocupaciones reales de la sociedad, aunque actúe en su nombre con escenificaciones rebuscadas y evitando el escándalo. La política se maneja a través de lo que dice, oculta, hace y omite, siempre con el objetivo de conquistar poder. Esta práctica va en contra de las condiciones más lícitas y saludables para construir un modelo cívico virtuoso de convivencia republicana inclusiva y equitativa.

La ficción, la farsa y el enmascaramiento son utilizados para desviar el sentido de la genuina discusión política institucional. En lugar de debatir y planificar cómo resolver los problemas de la gente, defender sus derechos, atender su salud, garantizar su seguridad, gestionar el crecimiento y la distribución equitativa de los recursos, y promover la educación, la política se centra en asegurar poder mediante la manipulación. Yuval Harari, en sus análisis contemporáneos, identifica el poder de la ficción como un factor crítico en el desarrollo humano. La hipermultiplicación de medios y tecnologías de comunicación, potenciadas por los avances en neurociencias e inteligencia artificial, crea escenarios de alta exposición y vulnerabilidad frente a la oferta electoral de políticos que utilizan estas herramientas para conquistar el poder, sin reparar en los recursos o mentiras empleadas.

Mentiras Modernas y Manipulación Emocional

Hannah Arendt diferencia la "mentira moderna", que enfrenta verdades conocidas o compartibles con trascendencia política inmediata, de la "mentira tradicional", que se refiere a cuestiones particulares. Además, Humberto Maturana señala que los humanos ponemos palabras a lo que la emoción decide, y esta observación se utiliza para manipular emocionalmente a sectores sociales vulnerables, ganándose su apoyo mediante prácticas deshonestas.

Estas prácticas deshonestas y manipuladoras malogran el valor único e insustituible de la democracia, que invita a ejercer en libertad el derecho a elegir representantes capaces de ofrecer integridad y ejemplaridad en el gobierno. La manipulación emocional y la utilización de ficciones para desviar la atención de los problemas reales socavan la base de una democracia saludable y comprometida con el bienestar de la sociedad.

El debate sobre los fines y los medios en la política resalta la necesidad de mantener principios éticos y responsabilidades mínimas para evitar traicionar la confianza pública. La manipulación emocional, la ficción y las mentiras modernas utilizadas para ganar poder ponen en riesgo la integridad de la democracia y la capacidad de los ciudadanos para tomar decisiones informadas y libres. La política debería centrarse en resolver los problemas reales de la sociedad, defendiendo derechos y promoviendo un modelo cívico inclusivo y equitativo.

El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) ya ha denunciado una campaña agresiva de difamación, atribuida a sectores cercanos al gobierno, que utiliza chats falsos y ataques en redes sociales para desprestigiar a la entidad y a sus miembros. Esta ofensiva no tiene precedentes en los 40 años de democracia argentina. La controversia se intensificó tras la difusión de un proyecto del Ministerio de Capital Humano, que proponía la matriculación obligatoria para periodistas, una iniciativa que vulnera principios constitucionales.

El gobierno atribuyó la idea de la matriculación obligatoria a un "error involuntario". FOPEA condenó esta medida, considerándola una práctica obsoleta e ilegítima. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ya había definido esta propuesta como una restricción ilegítima a la libertad de expresión en 1985. Propuestas similares históricamente han sido vistas como un intento inaceptable de controlar la prensa y la expresión en Argentina. La campaña de difamación se intensificó con la difusión de un supuesto chat falso atribuido a FOPEA en un grupo de WhatsApp inexistente, relacionado con una agresión sufrida por el influencer libertario Mariano Pérez. Esta filtración falsa fue publicada en una cuenta de X (anteriormente Twitter) identificada con La Libertad Avanza, generando una oleada de ataques y cuestionamientos contra Fopea en redes sociales. El presidente Javier Milei validó estas críticas al repostear mensajes ofensivos hacia la entidad.

FOPEA emitió un comunicado denunciando la falsedad de los chats y la campaña de desprestigio, atribuyéndola a operadores digitales ligados al gobierno. La organización destacó que esta campaña se inscribe en una metodología utilizada por gobiernos autoritarios para menoscabar la función del periodismo independiente en la sustentabilidad de las democracias.

La presidenta de FOPEA, Paula Moreno Román, habló sobre los ataques a la prensa libre en una entrevista radial, y su perfil en X fue atacado por usuarios y operadores digitales oficialistas. El presidente Milei continuó validando estas expresiones ofensivas, lo que fue replicado por varios funcionarios y dirigentes libertarios, aumentando la preocupación en FOPEA sobre la insistente validación presidencial a esta campaña de desprestigio. La ofensiva oficialista contra Fopea refleja una preocupante tendencia de intentar controlar y desprestigiar al periodismo independiente en Argentina. Esta campaña, orquestada mediante falsificaciones y ataques en redes sociales, no solo socava la libertad de expresión, sino que también amenaza la función vital del periodismo en la democracia. La organizacion de periodisas continúa defendiendo estos principios, denunciando las acciones del gobierno y alertando sobre las consecuencias de estas campañas de difamación.
 
 

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