Derecho, Seguridad Humana y Narcotrafico

El concepto de seguridad humana, surgido a finales del siglo pasado, aborda los retos sociales, políticos, económicos, ecológicos y culturales que enfrenta la sociedad contemporánea. Morales Gámez aclara que se reconocen que las amenazas son globales y variada con dos premisas fundamentales: la importancia de las personas como referente esencial para la construcción de la seguridad y la necesidad de una acción colectiva y coordinada a nivel internacional.

El trabajo de Luis Miguel Morales Gámez llamado  Seguridad humana, derechos y lucha contra el narcotráfico en México (2006-2012) aborda el concepto de seguridad humana, que se enfoca en los individuos y sus valores, como la dignidad, equidad y solidaridad. La Guerra Fría no trajo la paz esperada, sino nuevas amenazas que afectan a las personas y las comunidades. La seguridad humana amplía la noción de seguridad más allá de la preservación de la vida, abordando aspectos como bienestar y dignidad. Se considera a los individuos como actores importantes y se centra en amenazas como conflictos étnicos, terrorismo, migración, pobreza extrema y enfermedades.

En el contexto de la seguridad humana, el autor destaca la vulnerabilidad de las personas y su capacidad para afectar el cambio en otros. Se presentan definiciones de seguridad como un proceso político o la condición de estar protegido del peligro, mostrando la amplitud del concepto en el siglo XXI. Sin embargo, la seguridad humana se desprende de la seguridad estatal centrada en amenazas militares, enfocándose ahora en las personas y comunidades. Busca extender la noción de seguridad más allá de la mera preservación de la vida, abordando aspectos como el bienestar y la dignidad. Se focaliza en amenazas a nivel individual, como conflictos étnicos, terrorismo, migración, pobreza extrema, entre otras.

El individuo adquiere un estatus central en la seguridad humana, siendo el objeto último de estudio, definido en términos de vulnerabilidad y capacidad para afectar el cambio en otros. Se exploran diferentes definiciones de seguridad, desde un proceso político hasta la condición de estar protegido o no estar expuesto al peligro.

Morales Gámez también aborda la historia y las críticas al concepto de seguridad humana, destacando su relevancia en el panorama político internacional actual. Se analizan diversas amenazas, incluyendo socioeconómicas, personales, ambientales y políticas, con el reconocimiento de que estas están interconectadas en un contexto global. Presenta un enfoque integral de la seguridad humana que aborda temas como la seguridad económica, alimentaria, sanitaria, ambiental, personal, comunitaria y política.

El concepto de seguridad humana ha generado debates académicos complejos y ha evolucionado en un juego de poder, dado que implica nuevas responsabilidades. La definición de seguridad humana se adapta según los intereses de diversos actores, como Estados que la adoptan como política exterior para mejorar su posición en la escena internacional.

El autor considera que la seguridad humana se define como la ausencia de inseguridad y amenazas, abordando tanto el miedo como la falta de bienestar en aspectos físicos, sexuales o psicológicos. Su enfoque minimalista se centra en la libertad al miedo, garantizando la seguridad individual de amenazas directas, pero algunos académicos abogan por una visión más amplia que incluya aspectos como la violencia no estructurada derivada de la escasez ambiental o la migración masiva.

Las distintas definiciones de seguridad humana varían en función de las amenazas, valores y prioridades, pero comparten la perspectiva de que la seguridad va más allá de la prerrogativa estatal. Morales Gámez destaca la interdependencia entre la seguridad de las personas y los sistemas, convirtiendo a los seres humanos en puntos de interés tanto a nivel nacional como global. La noción de violencia se amplía para incluir resultados más allá de las amenazas físicas, como la desnutrición.