El peronismo activa un plan B ante la posible inhabilitación de Cristina Kirchner

ActualidadHace 5 horas
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En el corazón del peronismo bonaerense se agita una tensión que amenaza con reconfigurar la estrategia electoral del Frente de Todos. La posibilidad concreta de que la Corte Suprema confirme la condena contra Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad no solo pondría fin a su eventual candidatura, sino que abre una grieta silenciosa pero profunda dentro del espacio: ¿qué hacer si CFK no puede competir?

La ex presidenta había anunciado con anticipación su intención de postularse por la tercera sección electoral. Sin embargo, el fallo pendiente del máximo tribunal dejó esa movida en suspenso. La expectativa paraliza los movimientos, pero el aparato político no puede quedarse inmóvil. Por eso, Axel Kicillof, gobernador bonaerense, comenzó a tejer un plan B. Lo hace con cautela, sin desafiar abiertamente a La Cámpora, pero también sin ceder a sus condiciones.

La resistencia de Kicillof: ni súbdito ni traidor

En el entorno del gobernador aseguran que la prioridad es preservar la unidad del espacio. Pero esa unidad ya no gira exclusivamente en torno a Cristina. Por primera vez, Kicillof logró sentarse con intendentes –más de 40 de los 84 del conurbano– como una figura central. Y Cristina, debilitada por su situación judicial, no puede imponer las reglas como antes.

En privado, Kicillof ha sido claro: no quiere quedar atrapado nuevamente en una dinámica donde CFK toma las decisiones y él las ejecuta sin margen. Las tensiones entre ambos ya son notorias, incluso públicas, como ocurrió la semana pasada cuando el gobernador evitó responder a sus reiteradas llamadas. El silencio fue un mensaje.

Mientras tanto, los intendentes alineados con el gobernador comienzan a prepararse para lo que podría ser una elección sin Cristina. Algunos evalúan lanzar candidaturas testimoniales para reforzar su posicionamiento territorial. El Movimiento Derecho al Futuro, impulsado para respaldar a Kicillof hacia 2027, podría convertirse en herramienta electoral si no se logra una lista unificada. La posibilidad de un escenario dividido remite a 1985, cuando el peronismo bonaerense enfrentó una interna de alto voltaje entre Herminio Iglesias y Antonio Cafiero. Si bien el radicalismo ganó esa elección, fue Cafiero quien luego emergió como líder del PJ. Hoy, el fantasma de una Cristina tercera detrás de La Libertad Avanza y una lista “renovadora” del PJ, genera pánico entre los sectores más leales.

Karina Milei observa en silencio, pero anota nombres

Desde el otro lado del espectro, Karina Milei, jefa de campaña de facto del oficialismo nacional, sigue de cerca los movimientos en la provincia. Pide nombres, mide, pero evita anticipar decisiones. Nadie sabe aún si Javier Milei jugará con un candidato propio o intervendrá directamente en la carrera bonaerense. Pero el terreno que podría dejar vacante CFK es demasiado apetecible como para no tentarse. En el Día del Periodista, vale recordar que el periodismo tiene entre sus misiones iluminar los rincones oscuros del poder. Y hoy, en la provincia más grande del país, se cocina una batalla silenciosa que puede cambiar el curso del peronismo en los próximos años. Sin Cristina en la boleta, el Frente de Todos ya no será el mismo. El problema no es solo quién la reemplaza. El verdadero desafío es quién manda.

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