En 2023, Europa experimentó varios aspectos positivos en términos de empleo y condiciones laborales. El empleo alcanzó niveles históricamente altos, con más del 75% de los europeos en edad laboral empleados, y la economía continuó generando puestos de trabajo, principalmente bien remunerados. El desempleo disminuyó a mínimos históricos, y se observó una reducción de las disparidades de género en el mercado laboral, con un crecimiento del empleo más rápido entre las mujeres.
Ivailo KalfinSin, Director Ejecutivo del Eurofund afirmo que "sin embargo, la alta demanda de trabajadores también generó escasez de mano de obra, lo que afectó el desempeño empresarial y destacó la necesidad de inversiones en formación y mejora de competencias. A pesar de los avances, la digitalización y la transición hacia una economía verde requerían un enfoque continuo en la mejora y recualificación de los trabajadores para evitar obstáculos futuros". Además, asintio "se hizo evidente que muchos trabajos enfrentaban tensiones físicas y psicológicas, lo que afectaba la salud y el bienestar de los trabajadores a largo plazo. Se destacó la importancia de crear entornos laborales más solidarios que valoraran a los trabajadores y permitieran un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal".
A nivel nacional y de la UE, surgieron discusiones sobre la necesidad de establecer límites claros para la desconexión laboral fuera del horario laboral, dado el aumento del contacto laboral fuera de las horas de trabajo regulares. A pesar de los avances en el empleo, muchos europeos no experimentaron mejoras significativas en su calidad de vida debido al continuo aumento del costo de la vida. Los ingresos laborales no lograron mantener el ritmo de la inflación, lo que llevó a dificultades para acceder a elementos básicos como la vivienda asequible.
Esta disparidad en el reparto de los beneficios económicos contribuyó a la desilusión pública y a la desconexión con la política establecida, especialmente entre las poblaciones rurales. Problemas adicionales, como la inmigración y la agresión de Rusia en Ucrania, generaron tensiones adicionales en un momento en que la solidaridad europea era crucial. En 2024, un nuevo Parlamento Europeo y una nueva Comisión se enfrentarán al desafío de avanzar en el desarrollo sostenible, la igualdad y la justicia social en Europa. Instituciones como Eurofound continuarán proporcionando evidencia para informar políticas sobre empleo, condiciones laborales y calidad de vida en un mundo en constante cambio
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