Milei enfrentará una histórica ausencia de dirigentes políticos en su discurso ante la Asamblea Legislativa

Este sábado, Javier Milei dará su segundo discurso ante la Asamblea Legislativa, en un acto institucional que, por primera vez desde el retorno de la democracia en Argentina, se desarrollará ante una presencia significativamente reducida de legisladores. En un escenario marcado por la polarización política, la oposición ha decidido no participar en su totalidad, lo que resulta en la ausencia de más de la mitad de los 329 diputados y senadores que conforman el Congreso.

Un contexto de tensiones políticas

El boicot de la oposición, que incluye a bloques como Unión por la Patria, la Izquierda y Democracia para Siempre, responde a un descontento generalizado con las políticas del Ejecutivo. Entre los motivos de este malestar se destacan el trato recibido por parte del presidente y la falta de respeto a las instituciones. También han causado controversia decisiones como el nombramiento de jueces de la Corte Suprema y el embajador en Estados Unidos, realizados por decreto. Además, el formato del evento, que limita el acceso de fotógrafos y periodistas, ha generado críticas, pues la oposición siente que la transmisión oficial del acto prioriza la imagen del oficialismo y sus seguidores.

El Congreso, en condiciones normales, debería contar con 329 legisladores, pero se espera que solo asistan alrededor de 164, menos del 50% del total. Entre los primeros en confirmar su ausencia están los 34 senadores y 98 diputados de Unión por la Patria, así como los 16 miembros del bloque liderado por Miguel Ángel Pichetto. Los socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein también estarán ausentes por compromisos internacionales.

La UCR y la falta de unidad interna

Un aspecto que ha llamado la atención es la decisión de varios miembros de la Unión Cívica Radical (UCR) de no asistir al evento. En la Cámara alta, figuras como Martín Lousteau y Maximiliano Abad han confirmado su ausencia. Varios legisladores radicales justifican su postura con el argumento de que la gestión de Milei ha faltado al respeto a las instituciones, y califican de "provocación" el nombramiento de jueces pocos días antes de las sesiones ordinarias.

En la Cámara de Diputados, la situación es similar, con al menos 20 diputados radicales que no asistirán al acto. La división interna y el descontento con las políticas del gobierno parecen marcar la pauta dentro del bloque.

Ausencias de gobernadores y otros dirigentes

El palco destinado a los gobernadores también lucirá semivacío. Gobernadores peronistas como Axel Kicillof, Ricardo Quintela, Gildo Insfrán y Gustavo Melella han confirmado que no estarán presentes. La falta de representación de los mandatarios provinciales también incluye a figuras de fuerzas provinciales como Alberto Weretilneck, Claudio Vidal y Rolando Figueroa, quienes, por compromisos en sus provincias, se ausentarán del Congreso.

No obstante, algunos gobernadores de la oposición han confirmado su presencia, como Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Claudio Poggi (San Luis) y Martín Llaryora (Córdoba), quienes estarán presentes para escuchar el discurso presidencial.

El discurso de Milei, previsto para las 21 horas, se desarrollará ante un Congreso donde predominan los legisladores oficialistas y algunos aliados, una imagen que contrasta con los años anteriores, donde la presencia de la oposición era más significativa, incluso en contextos de alta polarización política. Se espera que el presidente realice un balance de su gestión, haciendo énfasis en los logros económicos, como la reducción de la inflación, y en su objetivo de alcanzar el déficit cero.

El evento será transmitido por cadena nacional y también en vivo a través del canal oficial de YouTube de la Presidencia. A través de distintas plataformas de televisión, el discurso estará disponible para el público en general, buscando generar un amplio impacto, sobre todo en las redes sociales.

La ausencia de tantos dirigentes políticos resalta las profundas divisiones que atraviesan a Argentina. Este boicot, en un contexto electoral de cara a 2025, plantea interrogantes sobre la capacidad de diálogo institucional y el futuro de las relaciones entre el oficialismo y la oposición. El discurso de Milei, en este contexto, se presenta como un mensaje dirigido principalmente a sus seguidores y a los aliados del gobierno, en un marco inédito de tensiones políticas y desafección con la gestión actual.